La posidonia al contrario de lo que erróneamente se cree, no se trata de un alga, sino de una fanerógama, una planta acuática endémica del mediterráneo con raíz, tallos y hojas diferenciados que produce flores y frutos.
Su estructura se compone de un fuerte rizoma que actúa igual que lo hace la raíz en las plantas terrestres y termina en un tallo del que salen entre 6 y 8 hojas . Estas son de forma acintada y de un color verde intenso, a menudo atenuado por la cantidad de epifitos que viven sobre ellas.
Al contrario que las algas, vive sobre sustrato arenosos gracias a que posee raíces y es una pieza clave de los ecosistemas marinos del mediterraneo debido a la formación de lo que se conoce como praderas de posidonia.
Las hojas viejas al morir caen sobre los rizomas, por lo que va creando suelo nuevo, frenando así la erosión de los mismos.
Por otro lado, sus rizomas,las hojas muertas que van cayendo, y las hojas vivas que se entrelazan, forman una intrincada red que multiplica la superficie disponible de suelo, ofreciendo cobijo a una gran diversidad de especies, que viven en los diferentes elementos de la misma.
También actúan frenando la masa de agua y permitiendo así la caída de partículas en suspensión que sirven de alimento a otras especies. De otra forma estas partículas serían arrastrada por las corrientes y el acceso a ellas sería más difícil y esporádico. Podría decirse que actúan un poco como “almacén” de nutrientes.
Suele florecer en otoño, pero es un espectáculo difícil de presenciar ya que mayoritariamente se reproduce asexualmente por la división de los estolones.
Las flores dan lugar a unos frutos como aceitunas que pueden verse en la arena de las playas entre mayo y junio.
Este año nos están cayendo las festividades unas detrás de otras, así que aprovechad antes de que se terminen.
