Los diversos colores que adquiere esta anémona nos puede hacer pensar que se tratan de diferentes especies, pero no es así, es una sola con una gran variedad.
Lo que la hace inconfundible a es que a diferencia del resto de anémonas, tiene dos coronas de tentáculos: una exterior formada por tentáculos largos y gruesos (periférica) y otra interior, formada por cortos y finos (oral). En conjunto suman alrededor de unos 150 a 200 tentáculos con una gran variedad cromática, desde el blanco amarillento al morado oscuro, pasando por el azul y verde fluorescente.
Como el resto de especies de esta familia, no presenta esqueleto duro ni disco basal, en su lugar tiene un tubo membranoso de un metro de longitud de color arenoso, el cual está enterrado en su mayoría, sobresaliendo una parte. El cuerpo del tubo secreta una sustancia gelatinosa que se mezcla con el sustrato y con el tiempo se endurece ofreciendo gran protección, sobre todo contra las bacterias.
Como el resto de especies de esta familia, no presenta esqueleto duro ni disco basal, en su lugar tiene un tubo membranoso de un metro de longitud de color arenoso, el cual está enterrado en su mayoría, sobresaliendo una parte. El cuerpo del tubo secreta una sustancia gelatinosa que se mezcla con el sustrato y con el tiempo se endurece ofreciendo gran protección, sobre todo contra las bacterias.
A su vez, el interior del tubo es liso y está recubierto por una sustancia mucosa que permite a la anémona retraerse rápidamente cuando se siente amenazada, quedando enterrada y protegida en los sustratos arenosos donde vive.
Su reproducción es únicamente sexual, y aunque son hermafroditas, producen óvulos y espermatozoides en diferentes épocas para evitar la autofecundación.
Atrapan el alimento de las corrientes con sus tentáculos periféricos, que posteriormente lo acercan a los orales donde los quimiorreceptores lo detectan y pasan al orificio oral para la digestión.
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