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miércoles, 1 de diciembre de 2010

La Pared de la Isla

Una de nuestras inmersiones más habituales por su abundancia y variedad de vida, y por estar al resguardo del levante.

Nos permite disfrutar un poco de todo, desde la cota de 6 metros, entre paredes cubiertas de anémonas, estrellas, espirografos y nudibranquios, a las praderas de posidonia, donde se esconden serranos y torpedos. Pero ahí no queda todo, ya que si miramos hacia arriba, veremos un desfile de vida
según la época del año: bancos de alevines de besugos, barracudas, serviolas cazando, algunas melvas, sargos, salpas, fredis...

A medida que avanzamos, también vamos descendiendo, encontrándonos con pulpos que defienden su pulpera.







En sus lenguas de arena que se intercalan entre las manchas de fanerógamas, podemos ver pequeñas sepias, alguna araña semienterrada y podas que se mueven rápidamente, sin olvidarnos de los salmonetes que laboriosamente escarban en busca de comida, no sin alguna mojarra próxima que está atenta por si algo se escapa.







Si nos visitáis en verano, es más que probable ver entre dos aguas y hacia mar abierto, algún águila de mar "volando" raudamente.

Hacía la mitad de la inmersión, ya a 17 metros de profundidad, llegamos a una plazoleta de arena, muy característica ya que en ella nos encontramos algunas nacras agrupadas, y más a su derecha, una rueda, en la que suele haber algún pulpo o falso abadejo.





Aquí es el momento de encender vuestras linternas y miran bien en todas las cuevas y grietas, donde podremos encontrar morenas, muriones, congrios, corvinas, meros, petos, merlos y numerosas especies más.



La vuelta la haremos por unos cañones, pero primero pasaremos por un sifón en el que suele haber un montón de reyezuelos. Atención al sifón, donde podemos encontrar gratas sorpresas si sabemos buscar.

Por los cañones iremos ascendiendo hasta llegas a los 5 metros, lo que tendremos en cuenta a la hora de hacer la parada de seguridad, ya que posiblemente no sea necesaria.
Y como remate final, según nuestro consumo de aire, aún nos queda una cueva que visitar y mucha posidonia entre la que buscar: algún tordo recogiendo algas para hacer su "nido", doncellas y castañuelas peleándose por sus puestas, inmensos bancos de alevines de barracudas, alguna nacra que no se cierra rápidamente y nos permita ver la gamba que vive en su interior...



Proundidad máxima: 17metros

Tiempo de inmersión: 45- 50 minutos

Recomendaciones: no os dejéis la linterna en casa, no es imprescindible, pero si interesante.

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