
Nos permite disfrutar un poco de todo, desde la cota de 6 metros, entre paredes cubiertas de anémonas, estrellas, espirografos y nudibranquios, a las praderas de posidonia, donde se esconden serranos y torpedos. Pero ahí no queda todo, ya que si miramos hacia arriba, veremos un desfile de vida
según la época del año: bancos de alevines de besugos, barracudas, serviolas cazando, algunas melvas, sargos, salpas, fredis...
según la época del año: bancos de alevines de besugos, barracudas, serviolas cazando, algunas melvas, sargos, salpas, fredis...
A medida que avanzamos, también vamos descendiendo, encontrándonos con pulpos que defienden su pulpera.
Si nos visitáis en verano, es más que probable ver entre dos aguas y hacia mar abierto, algún águila de mar "volando" raudamente.
Hacía la mitad de la inmersión, ya a 17 metros de profundidad, llegamos a una plazoleta de arena, muy característica ya que en ella nos encontramos algunas nacras agrupadas, y más a su derecha, una rueda, en la que suele haber algún pulpo o falso abadejo.
Aquí es el momento de encender vuestras linternas y miran bien en todas las cuevas y grietas, donde podremos encontrar morenas, muriones, congrios, corvinas, meros, petos, merlos y numerosas especies más.

Por los cañones iremos ascendiendo hasta llegas a los 5 metros, lo que tendremos en cuenta a la hora de hacer la parada de seguridad, ya que posiblemente no sea necesaria.
Y como remate final, según nuestro consumo de aire, aún nos queda una cueva que visitar y mucha posidonia entre la que buscar: algún tordo recogiendo algas para hacer su "nido", doncellas y castañuelas peleándose por sus puestas, inmensos bancos de alevines de barracudas, alguna nacra que no se cierra rápidamente y nos permita ver la gamba que vive en su interior...
Proundidad máxima: 17metros
Tiempo de inmersión: 45- 50 minutos
Recomendaciones: no os dejéis la linterna en casa, no es imprescindible, pero si interesante.
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