
La inmersión comienza en una cueva con grietas a diferentes alturas, cuyas paredes están cubiertas de madréporas y esponjas y donde encontraremos meros y serranos defendiendo su espacio, además de diferentes tipos de cirrípedos adheridos a las rocas del fondo.

Siguiendo el pasillo entre la pared de la isla y la posidonia del fondo, alcanzaremos la profundidad máxima de 12 metros y llegaremos a una zona de lajas de roca donde un pasillo escavado en la ladera de la isla nos adentra en ella.
Sus paredes están tapizadas de tubícolas como el espirógrafo, de nudibranquios, diferentes especies de esponja, estrellas y otros invertebrados y en sus abundantes grietas encontramos escórporas, morenas, meros, ofiuras...
Al final del cañón, se abre una extensión de roca a unos 8 metros de profundidad, llena de cañoncitos, pequeños pozos, arcos y demás formas llamativas donde se refugian algunos animales, mientras que otros nadan sobre estos.

La vuelta podemos hacerla por la posidonia, dejando un poco de lado la vida de roca para disfrutar de los grandes bancos de peces, los dentones, las doradas...
Profundidad máxima: 12 metros
Tiempo: 45-50 minutos
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